Más allá de la potencia: la importancia de la seguridad en la elección de un PC Más allá de la potencia: la importancia de la seguridad en la elección de un PC

Más allá de la potencia: la importancia de la seguridad en la elección de un PC

Cuando compramos un vehículo, solemos fijarnos en la potencia que ofrece, expresada en CV o KW, y la relacionamos directamente con el precio. Sin embargo, ¿realmente valoramos únicamente este parámetro? La respuesta es no. Factores como la seguridad, la calidad de los materiales, la tecnología incorporada y la reputación de la marca influyen de manera decisiva en nuestra elección. Lo mismo ocurre con otros productos, como los neumáticos o los ordenadores, aunque muchas veces no somos plenamente conscientes de ello.

En el caso de los neumáticos, por ejemplo, el precio no es el único criterio: la durabilidad, el agarre en distintas condiciones y la eficiencia energética también pesan en la balanza. ¿Por qué, entonces, cuando se trata de elegir un PC, tendemos a centrarnos casi exclusivamente en la potencia del procesador, la generación de la CPU o la cantidad de memoria RAM?

La seguridad: el parámetro olvidado

La elección de un ordenador no debería limitarse a una simple ecuación de rendimiento y precio. En el contexto actual, donde la ciberseguridad es una preocupación creciente tanto para empresas como para usuarios particulares, el tipo de equipo que seleccionamos puede marcar una diferencia significativa en la protección de nuestros datos y activos digitales.

Solemos medir los equipos únicamente por su rendimiento, pero existen diferencias notables en materia de seguridad entre gamas aparentemente similares. Por ejemplo, dentro de la oferta de HP, los equipos de la gama Elite y los de la gama Pro presentan características de seguridad muy distintas. Profundizar en estos aspectos es fundamental para tomar una decisión informada.

Funcionalidades avanzadas: Intel vPro y TPM

Solo los equipos de gama alta incorporan tecnologías como Intel vPro, que ofrecen funcionalidades de seguridad empresarial avanzadas. Gracias a vPro, es posible localizar un equipo incluso si ha sido formateado, o administrarlo de forma remota aunque el sistema operativo no arranque. Estas capacidades van mucho más allá de lo que solemos asociar con la potencia de un ordenador y son esenciales para entornos profesionales donde la protección de la información es crítica.

En cuanto al TPM (Trusted Platform Module), la mayoría de los equipos lo incluyen, pero existen diferencias importantes. En todos los modelos EliteBook, el TPM está implementado como un chip físico dedicado, lo que proporciona un mayor aislamiento frente a ataques. En cambio, en otros fabricantes, el TPM está integrado en el firmware, sin hardware específico, lo que reduce las opciones de seguridad.

La sinergia entre hardware y software

La verdadera magia ocurre cuando el hardware de seguridad se integra con soluciones de software avanzadas. En los EliteBook, el TPM trabaja conjuntamente con tecnologías como HP Sure Start, Sure Admin y Endpoint Security Controller, creando un ecosistema donde el chip no sólo cifra datos, sino que también protege el BIOS y permite una gestión remota segura. Por el contrario, en otros fabricantes, el TPM se utiliza principalmente para funciones estándar como BitLocker o autenticación, sin una integración profunda con tecnologías de autorreparación del firmware y sin un ecosistema de software de seguridad tan completo alrededor de las funcionalidades hardware.

Esta diferencia implica que en los equipos de gama media no es posible implementar determinadas capas de seguridad, ya que dependen de la integración con el hardware. No obstante, fabricantes como HP suelen pensar en la seguridad incluso en sus gamas más bajas, aunque las prestaciones de hardware y software sean más limitadas.

Más allá de la potencia: calidad y seguridad

No es necesario centrarse en un fabricante concreto para entender que la potencia no lo es todo. Al igual que ocurre en el mundo del automóvil, en el mundo de los ordenadores debemos aprender a mirar más allá de la ficha técnica.

La biometría, por ejemplo, es una funcionalidad presente en los equipos de gama alta y ausente en muchos modelos más económicos. Este tipo de tecnologías refuerzan la seguridad y ofrecen una experiencia de usuario superior.

Conclusión

Elegir un PC es, en definitiva, una decisión de ciberseguridad. Salir de la ecuación tradicional de potencia y precio es fundamental para proteger nuestros datos y garantizar la continuidad de nuestro trabajo. La próxima vez que te enfrentes a la compra de un equipo, recuerda que la seguridad, la calidad y la integración tecnológica son tan importantes como el rendimiento.

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